Lo novedoso de esta práctica es la inclusión de células madre en el proceso, cuenta María Lucía Gutiérrez, docente de la Pontificia Universidad Javeriana. “Según el último Congreso de la Sociedad Internacional de Células Madre, recientemente fue posible lograr con ellas sustratos parecidos al útero”, lo que permitió sobrepasar los límites de observación del cigoto (el óvulo fecundado) en laboratorio. “Eso nos lleva a pensar que podría ‘crearse’ un ser humano dentro de un laboratorio” sin la necesidad de pasar el óvulo fecundado al útero de una mujer, como ocurre actualmente.